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Manjar blanco

Manjar blanco

El manjar blanco o incluso comer blanco es un postre típico incluido en la lista de productos agroalimentarios italianos tradicionales (P.A.T) del Ministerio de Políticas Agrícolas, Alimentarias y Forestales (Mipaaf).

Orígenes e Historia –
El manjar blanco es un dulce tradicional que se extiende por toda Italia, especialmente en Sicilia y Cerdeña.
Este postre tiene orígenes antiguos y tiene sus raíces en la cocina medieval. Su historia se remonta al menos al siglo XIII, y fue uno de los postres más populares en la Edad Media europea.
Sin embargo, los primeros libros de cocina occidentales que ofrecen este tipo de recetas se remontan a algunas zonas del sur de Italia: se trata respectivamente del Liber de Coquina y los manuscritos conocidos hoy bajo el nombre de Southern Anonymous, ambos escritos entre los siglos XIII y XIV. en la corte de Nápoles, donde hay algunas recetas de blanco para comer. Comer blanco también se describe en el Libro Nuevo del caballero Cristofaro di Messisbugo, empleado en la corte de Ferrara. Este plato también se cita entre los preparados por Matilde di Canossa para reconciliar al Papa Gregorio VII y Enrique IV de Franconia. También se informa en la «Descripción del almuerzo de bodas entre María de ‘Medici y Enrique IV de Francia», escrita por Miguel Ángel Buonarroti el joven.
Según otra teoría, el postre se originó en Francia y luego se extendió desde allí por toda Europa durante el siglo XIII.
El término «blancmange» proviene del francés «blanc manger», que literalmente significa «comer blanco». Inicialmente, el manjar blanco era un plato salado preparado con pollo o pescado, leche, arroz y especias como el azafrán. Sin embargo, con el tiempo, la receta ha ido modificándose y se ha transformado en un postre elaborado con leche de almendras o de vaca, azúcar y almidón de arroz.
Durante el Renacimiento, el manjar blanco se consideraba un plato delicioso y se servía en las cortes nobles. Su elaboración requería cierta destreza y la presentación era muy cuidada, a menudo se decoraba con especias, flores y frutos secos.
A lo largo de los siglos, el manjar blanco se ha extendido a diferentes partes de Europa, asumiendo variaciones regionales en las recetas y los ingredientes utilizados. Por ejemplo, en Italia, el manjar blanco se conoce como «manjar blanco di almonds» y tradicionalmente se enriquece con almendras molidas o extracto de almendras.
Hoy en día, el manjar blanco sigue siendo popular en muchas regiones europeas, especialmente en Italia, Francia, España y Portugal. Su receta puede variar un poco de una región a otra, pero en general involucra el uso de leche, azúcar, almidón o gelatina para espesar la mezcla y sabores como vainilla o agua de rosas.
El manjar blanco es un dulce con un sabor delicado y cremoso, a menudo servido frío como postre después de una comida. Puede acompañarse de siropes de frutas, fruta fresca o frutos secos para aportar una nota dulce o crujiente.
A pesar de su historia antigua, el manjar blanco sigue siendo apreciado y preparado en muchas cocinas tradicionales y también en contextos más modernos, lo que mantiene viva una parte del patrimonio culinario.

Área geográfica –
El manjar blanco es un postre de origen medieval que se hizo popular en varias regiones de Italia. No está asociado a un área geográfica específica, sino que se encuentra en diferentes partes del país y especialmente en Sicilia y Cerdeña.
Si bien el manjar blanco se asocia más comúnmente con la cocina italiana, también se encuentra en otras culturas europeas, como Francia y el Reino Unido, con variaciones regionales y diferentes nombres. Cabe señalar que la receta y los ingredientes pueden variar ligeramente según su región y preferencia personal.
En Italia es típico de Sicilia, en particular del antiguo condado de Modica y en las colinas de Platani, pero también está muy extendido en el Valle de Aosta. En general, la preparación implica el uso de leche, mientras que el de Modica se prepara con leche de almendras. En la variante de los cerros Platani se utiliza el almidón de trigo y la ralladura de limón además de la vaina de vainilla, para tener un postre más ligero dada la sustitución de la harina por almidón de trigo y con un regusto a limón. La receta Ragusan también incluye limón, canela y miel Hyblean. Además de la versión dulce, también hay algunas versiones saladas.

Materia prima –
El manjar blanco es un postre elaborado con leche, azúcar y almidón de maíz (o fécula de patata), que suele estar aromatizado con vainilla. Las principales materias primas para la elaboración del manjar blanco son:
– Leche: La leche es el ingrediente básico del manjar blanco y aporta la consistencia cremosa al postre. Puedes utilizar leche entera o parcialmente desnatada.
– Azúcar: El azúcar es necesario para endulzar el manjar blanco. Por lo general, se usa azúcar blanco, pero también se pueden usar alternativas como el azúcar moreno.
– Fécula de maíz o fécula de patata: La fécula de maíz o fécula de patata son los ingredientes que dan la consistencia gelatinosa al manjar blanco. Se utilizan como espesantes para obtener una consistencia blanda y compacta.
– Aroma de vainilla: La vainilla se utiliza a menudo para aromatizar el manjar blanco y darle un sabor delicado. Puedes usar extracto de vainilla o semillas de vainilla.
– Ingredientes adicionales: Dependiendo de las preferencias personales, es posible enriquecer el manjar blanco con ingredientes adicionales como ralladura de limón, canela o licores.
– Las proporciones de los ingredientes pueden variar ligeramente dependiendo de la receta específica utilizada. Sin embargo, estos son los ingredientes básicos para preparar el manjar blanco tradicional.

Descripción –
El manjar blanco es un postre de consistencia gelatinosa que destaca por su color blanco cándido y su consistencia suave y aterciopelada.
Una vez listo, el manjar blanco se vierte en moldes o copas individuales y se deja enfriar a temperatura ambiente. Después se suele servir acompañado de una salsa de frutas o espolvoreado con canela o cacao en polvo.
Su versatilidad también permite enriquecer la receta con ingredientes adicionales, como vainilla, ralladura de limón o almendras, para dar un toque extra de aroma.

Método de producción –
El manjar blanco es un postre elaborado con leche, azúcar y fécula de maíz (maizena) que suele servirse frío y adornado con salsa de frutas o chocolate. Aquí hay una receta simple para preparar manjar blanco:
Ingredientes:
– 500 ml de leche entera
– 100 g de azúcar
– 50 g de fécula de maíz (maizena)
– Vainilla (en polvo o extracto) al gusto
– Salsa de frutas o chocolate para decorar (opcional)
Instrucciones:
Vierta la leche en una cacerola y agregue el azúcar y la vainilla. Calentar a fuego medio-bajo hasta que la leche empiece a burbujear ligeramente.
Mientras tanto, en un recipiente aparte, mezcle la maicena con un poco de leche fría hasta obtener una mezcla suave y sin grumos.
Una vez que la leche en la olla haya comenzado a hervir, baje el fuego a medio-bajo y vierta lentamente la mezcla de maicena en la leche, revolviendo constantemente con un batidor para evitar grumos.
Continúe revolviendo la mezcla a fuego medio-bajo durante aproximadamente 5 a 7 minutos, o hasta que la mezcla se espese y se vuelva cremosa.
Verter la mezcla de manjar blanco en moldes o cuencos individuales. Dejar enfriar a temperatura ambiente durante unos minutos, luego tapar con film transparente y llevar a la nevera durante al menos 2-3 horas, o hasta que el manjar blanco se haya endurecido por completo.
Una vez solidificado el manjar blanco, lo podéis desmoldar o servirlo directamente en cuencos. Puedes decorar el manjar blanco con salsa de frutas o chocolate a tu gusto.
El manjar blanco está listo para ser degustado; se puede servir frío como postre después de una comida.
Te recordamos que esta es solo una de las muchas recetas posibles para preparar manjar blanco. Se puede personalizar añadiendo diferentes sabores como ralladura de limón o naranja, o variando la guarnición.

Uso gastronómico –
El manjar blanco es un postre antiguo que tiene una textura de crema o pudín y generalmente se sirve frío con una variedad de aderezos como fruta fresca, jarabes o salsa de chocolate.
Además de disfrutarse como postre, se puede utilizar en diversas formas gastronómicas. Aquí hay algunas ideas:
– Bizcocho de manjar blanco: Puedes utilizar el manjar blanco como relleno o glaseado para tartas. Vierta el manjar blanco sobre la base de un bizcocho cocido y déjelo enfriar hasta que se solidifique. Luego puede agregar más capas de pastel o decoraciones a su gusto.
– Helado manjar blanco: Si tienes una máquina de helados, puedes preparar un delicioso helado de manjar blanco. Prepara el manjar blanco como de costumbre, pero antes de que se enfríe por completo, pásalo a la máquina de helados y continúa con la preparación siguiendo las instrucciones del fabricante.
– Crema bávara con manjar blanco: Puedes usar el manjar blanco como base para una crema bávara. Prepare el manjar blanco y déjelo enfriar, luego agregue la crema batida para que la consistencia sea más suave. Verter la mezcla en moldes y dejar enfriar hasta que se solidifique. Sirva la crema bávara con salsa de chocolate o salsa de frutas.
– Relleno para postres: El manjar blanco se puede utilizar como relleno para postres como hojaldres de crema, tartas o pasteles. Prepara el manjar blanco y déjalo enfriar, luego utilízalo para rellenar los dulces como más te guste. También puedes añadir fruta fresca o siropes para enriquecer el sabor.
– Cremas de postre: El manjar blanco también se puede utilizar como base para cremas de postre. Preparamos el manjar blanco y lo dejamos enfriar, luego lo mezclamos con otras cremas como la nata montada, la crema pastelera o la crema de mascarpone. Sirve la crema de postre en copas o tazones con las guarniciones de tu elección.
Estas son solo algunas ideas para utilizar el manjar blanco de forma gastronómica.

Guido Bissanti




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