Acidificación oceánica
Acidificación oceánica
La acidificación de los océanos es un fenómeno que se produce cuando el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera es absorbido por el agua de mar y reacciona con ella para formar ácido carbónico. Este ácido disminuye el pH del agua, haciéndola más ácida.
La principal causa de la acidificación de los océanos es el aumento de las emisiones de CO2 derivadas de las actividades humanas, en particular de la combustión de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural. Se estima que alrededor de una cuarta parte de las emisiones de CO2 provocadas por el hombre son absorbidas por los océanos.
La acidificación de los océanos puede tener graves consecuencias para los ecosistemas marinos. En particular, puede afectar negativamente la formación de caparazones de moluscos, como ostras y mejillones, y corales, que están formados por esqueletos de carbonato de calcio. El agua más ácida dificulta que estos organismos construyan y mantengan sus caparazones y esqueletos, poniendo en riesgo su supervivencia.
Además, la acidificación de los océanos puede afectar las cadenas alimentarias marinas. Algunos organismos marinos, como el plancton calcáreo, se encuentran en la base de la cadena alimentaria y sirven de alimento a muchas otras especies. Si su hábitat se vuelve más ácido, su capacidad para sobrevivir y reproducirse podría verse comprometida, con consecuencias negativas para todo el ecosistema.
Para abordar el problema de la acidificación de los océanos, es fundamental reducir las emisiones de CO2 a nivel mundial. Esto implica la transición a fuentes de energía limpias y renovables, así como la adopción de prácticas sostenibles en los sectores industrial y agrícola. Además, es importante proteger los hábitats marinos y promover la conservación de las especies que podrían verse afectadas por la acidificación de los océanos.
La investigación científica sobre la acidificación de los océanos está en curso y se están realizando esfuerzos para comprender completamente los efectos a largo plazo de este fenómeno en los ecosistemas marinos y la biodiversidad.