Secuestro de carbón
Secuestro de carbón
El término captura y secuestro (o almacenamiento) de dióxido de carbono o CCS (Carbon Capture and Storage) se refiere al proceso de confinamiento geológico del dióxido de carbono (CO2) producido por los procesos de combustión. Es una tecnología, y en consecuencia un plan estratégico para hacer frente a la creciente concentración en la atmósfera de CO2 de origen antropogénico, un gas de efecto invernadero que contribuye al actual calentamiento global.
Más allá de los tipos de captura (o incautación), es interesante señalar que esta actividad no involucra solo al sector industrial y del transporte, sino, en general, a todo el sistema socioeconómico, incluido, por supuesto, el agroambiental.
En este sentido, se recuerda que esta estrategia tiene su origen en el Protocolo de Kioto y encuentra, entre otros, una metodología de orientación política en la Agenda 2030 y en el Pacto Verde Europeo.
En este sentido, como parte del Pacto Verde Europeo, uno de los objetivos acordados en la legislación climática de la UE es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55 % para 2030 en comparación con los niveles de 1990, de modo que se alcance la neutralidad climática en toda la UE para 2050. La eliminación de carbono (es decir, la eliminación de CO2 de la atmósfera y su almacenamiento por diversos medios, por ejemplo, a través de árboles y plantas, así como la protección de suelos ricos en carbono), puede desempeñar un papel crucial para lograr la neutralidad climática.
La Comunicación de la Comisión sobre ciclos de carbono sostenibles, adoptada el 15 de diciembre de 2021 como parte del paquete 55% Ready, tiene como objetivo contribuir al desarrollo de soluciones de sumideros de carbono sostenibles. También representa un primer paso hacia un marco de certificación para la absorción de carbono, que será objeto de una propuesta legislativa.
Tras esta determinación, a nivel europeo, los ministros de Agricultura refrendaron unas conclusiones sobre el secuestro de carbono en suelos agrícolas, que se basan en la parte de agricultura y silvicultura de la comunicación de la Comisión titulada «Ciclos de carbono sostenibles», con el objetivo de fomentar prácticas agrícolas que ayuden a capturar carbono. de la atmósfera y almacenarlo en suelos o biomasa de forma sostenible. Tales prácticas pueden incluir, en la agricultura, la plantación de setos o árboles, el cultivo de leguminosas, el uso de cultivos intermedios y cultivos de cobertura, la agricultura de conservación y el mantenimiento de turberas y, en el contexto de la silvicultura, forestación o reforestación.
En esta dirección, se están desarrollando criterios objetivos de reconocimiento, a través de incentivos a agricultores y silvicultores como complemento a la política agrícola común, provenientes tanto de recursos públicos como privados, para incentivarlos a adoptar estas prácticas amigables con el clima.