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Aceite de palma insostenible

Aceite de palma insostenible

La información correcta es el primer deber de un investigador y la búsqueda de la verdad no puede tener patrocinadores, excepto la Verdad misma.
Este es el caso de la publicidad demagogo sobre el aceite de palma sostenible. Baste decir que hay una relación tan directa (pero bien escondido) en este producto, la deforestación, la desaparición de los orangutanes y los alimentos que lo utilizan (galletas, helados, bocadillos, etc.).
Este ingrediente a menudo se indica en el empaque de alimentos con el nombre genérico de «aceite vegetal (o grasa)» y con un consumo que crece cada año.

Esta planta, cuyo nombre científico es Elaeis guineensis, de la que se extrae el aceite del mismo nombre, se cultiva principalmente en muchas zonas de Indonesia y Malasia y estos dos países producen (según los últimos datos) casi el 90% de todos el aceite de palma del mundo. Se estima que alrededor de 40 millones de toneladas de aceite de palma se producen cada año.
Con el fin de crecer y aumentar su producción están operando desde hace años la destrucción de muchos bosques tropicales, y con ellos, el hábitat supervivencia de los orangutanes, elefantes, tigres y rinocerontes con un adelgazamiento peligroso de sus poblaciones en riesgo ahora de extinción y la biodiversidad de estos territorios. Para comprender el alcance del desastre ambiental, considere que incluso hace 50 años, el 82% de Indonesia estaba cubierto por bosques. En 1995, el porcentaje ya había caído al 52% y, con esta tasa, para 2020, los bosques de Indonesia (que se encuentran entre los más grandes, junto con los de la cuenca del Amazonas y del Congo) desaparecerán. Y cuando desaparezcan, casi todos los animales salvajes, incluidos los orangutanes y los tigres, desaparecerán con ellos.
• Los alimentos que contienen aceite de palma son principalmente:
• galletas para el desayuno y galletas de té de varios sabores;
• croissants y brioches envasados;
• refrigerios dulces como pasteles de ciruela o bocadillos;
• bromas;
• focaccia y otros bocadillos leudados o comidas acompañantes;
• picatostes, galletas y palitos de pan;
• pastas de chocolate dulce;
• pasta básica como hojaldre.
¿Queremos salvar el planeta? Bueno, comencemos a consumir inteligentemente. También porque el aceite de palma sostenible es un hermoso engaño mediático.

Guido Bissanti




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