Agroecología y más allá de lo orgánico

Agroecología y más allá de lo orgánico: «Y sin embargo, se mueve»

Recordemos la leyenda de Galileo Galilei. Es 1633 y la Inquisición aún operaba. ¿Jugamos a algo? Probemos si tenemos la base científica (ante todo, dentro de nosotros mismos) y evaluemos si existen interlocutores, en organismos oficiales de todo el mundo, con las habilidades profesionales y humanas necesarias para debatir y escuchar.
Lo que queremos es adherirnos al método científico.
Entre los diversos elementos y requisitos del método, destaca la predictividad: las teorías científicas no son «verdades absolutas», sino modelos válidos hasta que surjan mejores evidencias.
Por lo tanto, no hay nada nuevo en lo que todos deseamos y en lo que actuamos lógicamente.
La predictividad confirma que toda investigación y experimentación está en constante evolución. Las limitaciones para demostrar resultados pueden deberse a los instrumentos utilizados: para calibrar, medir, obtener parámetros de referencia, etc. Imaginemos que los instrumentos actuales habrían producido más datos que la investigación de hace 400 años, en la época de Galileo Galilei. Del mismo modo, de aquí a 400 años, nuevos instrumentos podrían corregir las teorías científicas actuales y quizás confirmar teorías que hoy son indemostrables.
Analicemos los recientes y asombrosos descubrimientos del Laboratorio Linv de Neurobiología Vegetal de la Universidad de Florencia. Las mismas afirmaciones, hechas hace 400 años, habrían causado un escándalo.
Por lo tanto, lo que esperamos es simplemente una cosa: «Razonabilidad».
Todos reconocemos el gran valor de las prácticas agroecológicas (véase la Ley Regional n.º 21 del 29 de julio de 2021 de la Región de Sicilia). Somos conscientes de los requisitos vanguardistas, innovadores y proactivos que contiene la ley. Sin embargo, con esta ley, les aseguro que hemos sentado excelentes bases, pero es solo el comienzo de un camino agroecológico mediterráneo que, si así lo deseamos, podría llevarnos a un camino agroforestal (que es muy importante para mí). Añadiría que esta ley podría integrar y mejorar las regulaciones de varios países del mundo en materia de agricultura ecológica. En Italia, también podría incluir el rol del «Agricultor Guardián del Medio Ambiente y la Tierra» (Ley n.º 24 del 28 de febrero de 2024, que entra en vigor el 29 de marzo de 2024). Más allá de los aspectos científicos, las dudas que siempre se han atribuido a los enfoques agronómicos más sostenibles son las reducciones en la producción y la calidad de los propios productos, con los consiguientes desacuerdos entre los expertos.
Como verdaderos investigadores en los campos agrícola y agronómico, están surgiendo enfoques y herramientas cada vez más interesantes para su uso en la agricultura ecológica. El problema surge cuando nos encontramos con enfoques y soluciones que no pueden demostrarse científicamente con las herramientas actuales, pero que aun así producen resultados muy alentadores en términos de calidad y cantidad.
Aquí nos encontramos en una encrucijada: si desaprovechar o aprovechar la oportunidad de aprender sobre nuevas estrategias ecológicas en la agricultura; si adoptar o no diferentes tecnologías, hoy más que nunca, con el equilibrio comprometido de las tierras agrícolas y los costos de los productos sintéticos insostenibles con su impacto ambiental asociado. Albert Einstein dijo: «Todo es energía, y eso es todo lo que hay. Sintoniza con la frecuencia de la realidad que deseas e inevitablemente la alcanzarás. No hay otra manera. Esto no es filosofía, es física».
Diría que podemos intentar darnos algunas opciones, en un momento histórico particular que exige respuestas rápidas y efectivas.
Bien. Abramos un poco la mente a cosas «extrañas». Podrían ser el futuro «Más allá de lo orgánico», aplicado hoy. Sin duda, pueden ser herramientas complementarias a las que ya utilizamos habitualmente, tanto en la agricultura orgánica como en la convencional.

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Datos no oficiales (y avances, que sin duda requieren verificación por ser muy generales) nos indican los porcentajes de ventajas productivas con:
Agricultura con Biodiversidad + 14% mínimo
Criatura Participativa + 33%
Conservación y Agricultura Natural + 10%
Agricultura Magnética y Electrocultivo + 20 – + 200%
Agricultura Pránica y Radiónica + 33%
Agricultura con Agua Ozonizada + 14%
Agricultura Climática y Sintrópica + 50%
Agricultura Aeropónica, Hidropónica y Acuapónica
Agricultura con Física Cuántica (SMT) + 10 – 121%
Agricultura con Musicoterapia + 20%
Agricultura Biodinámica y Agrohomeopatía
Agricultura Orgánica y Regenerativa
Agricultura Micronatural y Microorgánica
Bosque de Alimentos, Permacultura y Agricultura Sinérgica
Horticultura Circular y BioGeometría
Agricultura con el uso de Microorganismos Eficaces EM + 30%
Radiestesia y Radiónica

Las palabras de Nikola Tesla, un gran genio innovador, despiertan gran curiosidad y las comprendemos mejor que nunca. Afirmó: «Si quieres comprender los secretos del Universo, piensa en términos de energía, frecuencia y vibración».
Conocemos algunas de las técnicas mencionadas y su popularidad es cada vez mayor.
Otras han recibido reconocimiento científico recientemente, como los Microorganismos Eficaces EM (biología) en universidades; la Tecnología Supramolecular S.M.T. (física cuántica) en universidades y centros experimentales.
Otras son nuevas para nosotros y nos resultan desconcertantes porque no son asignaturas que estudiáramos en la universidad (por ejemplo, las que en Italia se llaman Ciencias Agrícolas y Ciencias Forestales).
A partir de hoy, podemos empezar a investigar y observar, verificando los porcentajes en términos de calidad y cantidad. Sin embargo, los resultados son realmente muy interesantes y son confirmados por muchos (tanto colegas profesionales del sector como productores agrícolas) que nos cuentan, encogiéndose de hombros y de brazos, suspirando, con ojos atónitos, lo que dijo Galileo Galilei: «y sin embargo se mueve».

Paolo Ciro D’Apolito