Un mundo ecosostenible
Naturaleza a salvar

Cuba

Cuba

Cuba es un laboratorio natural donde bosques, pantanos, manglares y arrecifes de coral coexisten con una rica historia humana. Su alto nivel de endemicidad y la relativa buena integridad de muchos hábitats la convierten en una prioridad para la conservación del Caribe. El futuro dependerá de la capacidad de conciliar el desarrollo económico, el turismo y la resiliencia climática, promoviendo soluciones basadas en la naturaleza y el conocimiento local.

Etimología –
El nombre «Cuba» probablemente proviene del término taíno «Cubao» o «Coabana», que significa «tierra fértil» o «lugar extenso». Otra hipótesis lo vincula con la palabra «Cubanacán», que para los indígenas se refería a la parte central de la isla. En cualquier caso, la etimología evoca la visión original de una tierra rica en agua y vegetación.

Características geográficas –
Cuba es la isla más grande del Caribe y forma parte de las Antillas Mayores. El archipiélago comprende la isla principal, Isla de la Juventud, y más de 4000 cayos e islotes (incluidos los famosos Jardines del Rey y Jardines de la Reina).
• Morfología: Predominio de llanuras y bajo relieve; relieve más pronunciado en la Sierra Maestra (Pico Turquino, su punto más alto, 1974 m), la Sierra del Escambray y la Sierra de los Órganos (los característicos mogotes kársticos del Valle de Viñales).
• Litoral: Más de 5000 km de costa con extensos manglares, lagunas costeras, playas de arena y algunos de los arrecifes de coral mejor conservados del Caribe.
• Clima: Tropical con una estación seca (noviembre-abril) y otra lluviosa (mayo-octubre); expuesto a huracanes entre finales de verano y principios de otoño.
• Hidrografía: Ríos cortos y de curso lento; Extensos humedales como la Ciénaga de Zapata, la ciénaga más grande del Caribe insular.

Notas Históricas –
• Antes de 1492: Los pueblos taíno y ciboney practican la agricultura y la pesca; redes comerciales entre las islas antillanas.
• 1492-siglo XIX: Llegada de Cristóbal Colón, colonización española, desarrollo del azúcar y el tabaco, tráfico masivo de esclavos desde África.
• Siglo XIX-principios del XX: Guerras de Independencia (1868-1878; 1895-1898), Guerra Hispano-Estadounidense (1898), nacimiento de la República de Cuba (1902).
• 1959-1990: Revolución Cubana, reformas sociales, enfrentamiento con Estados Unidos (Bahía de Cochinos, 1961; Crisis de los Misiles, 1962); después de 1991, «Período Especial» con severa contracción económica. • Era reciente: apertura progresiva al turismo y a la cooperación internacional, con creciente atención a la conservación del medio ambiente, la gestión de los recursos hídricos y la resiliencia ante los desastres naturales.

Ecosistema –
La ubicación de Cuba entre el Golfo de México, el Atlántico y el Mar Caribe, su variedad geológica (calizas, lateritas, suelos arenosos) y su mosaico climático le confieren una excepcional diversidad biológica y una alta tasa de endemismo.
• Ecosistemas terrestres: bosques siempreverdes y semicaducifolios, pinares sobre suelos arenosos, matorral xerófilo, sabanas, mogotes con flora rupícola y la extensa Ciénaga de Zapata.
• Ecosistemas costeros y marinos: manglares, lagunas salobres, praderas de pastos marinos, arrecifes de coral (con paredes, espolones y surcos, y canales), canales altamente productivos entre cayos.
• Servicios ecosistémicos: protección costera contra huracanes gracias a los manglares y arrecifes de coral, almacenamiento de carbono (carbono azul), pesca artesanal, polinización y atractivo turístico.

Flora –
Más de la mitad de las especies vegetales son nativas, con numerosas especies endémicas. Entre las especies emblemáticas se encuentran:
• Palma real (Roystonea regia), árbol nacional y símbolo del paisaje rural;
• Caoba caribeña (Swietenia mahagoni) y otros valiosos árboles de hoja ancha;
• Pinus cubensis y Pinus caribaea en los pinares;
• Rica flora de orquídeas y plantas trepadoras adaptadas a los mogotes;
• Manglares (Rhizophora mangle, Avicennia germinans, Laguncularia racemosa) como cinturón verde costero;
• Cultivos históricos: tabaco, azúcar, café, huertos de frutas tropicales.

Fauna –
La fauna cubana es reconocida por su miniaturización y singularidad:
• Aves: Trogón cubano (Priotelus temnurus), ave nacional; Zunzuncito o colibrí Elena (Mellisuga helenae), el ave más pequeña del mundo; rapaces forestales endémicas y codornices. El pájaro carpintero de pico de marfil (subespecie cubana) estuvo presente históricamente, pero probablemente esté extinto.
• Reptiles: Cocodrilo cubano (Crocodylus rhombifer), endémico y en peligro de extinción, concentrado en la Ciénaga de Zapata y la Ciénaga de Lanier (Isla de la Juventud); iguana cubana (Cyclura nubila); numerosos anolis.
• Mamíferos: Jutía (Capromys pilorides) y otras jutías; murciélagos con especies endémicas; manatí caribeño (Trichechus manatus) a lo largo de las costas y en los estuarios.
• Ictiofauna: El raro pez gato cubano (Atractosteus tristoechus), un «fósil viviente» de agua dulce; rica fauna arrecifal con meros, jureles y peces loro.
• Invertebrados: Mariposas y moluscos terrestres endémicos; arrecifes de coral con corales constructores, gorgonias y esponjas.

Acciones de protección ambiental –
Cuba ha desarrollado una red integral de áreas protegidas y proyectos de conservación:
• Áreas protegidas y la UNESCO: Parque Nacional Alexander Humboldt (Patrimonio de la Humanidad), Valle de Viñales (Paisaje Cultural de la UNESCO), Ciénaga de Zapata (Reserva de la Biosfera y sitio Ramsar), Sierra del Rosario, Baconao, Buenavista y otras Reservas de la Biosfera.
• Conservación marina: extensas zonas de veda y gestión integrada en áreas como Jardines de la Reina, a menudo citado como un referente caribeño por la abundancia de depredadores (meros y tiburones) y la resiliencia de los arrecifes. Programas de restauración de corales, control del pez león invasor (Pterois), protección de praderas de Thalassia y tortugas marinas (monitoreo de nidos, iluminación costera controlada).
• Especies amenazadas: cría y reintroducción del cocodrilo cubano (centros de cría en Zapata), planes para el manjuarí y la iguana cubana, corredores ecológicos para la avifauna. • Bosques y manglares: programas de reforestación y restauración de manglares tras huracanes para reducir la erosión y aumentar la captura de carbono.
• Gestión del riesgo climático: estrategias nacionales de adaptación al cambio climático (defensas naturales, ordenamiento territorial costero, códigos de construcción más resilientes).
• Turismo sostenible y comunidades: promoción del ecoturismo y directrices para un uso de bajo impacto (límites de captura en los cayos, regulación de la pesca recreativa y el buceo), con iniciativas de ciencia ciudadana y educación ambiental.

Guido Bissanti




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