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Cómo elevar el pH del suelo con métodos naturales

Cómo elevar el pH del suelo con métodos naturales

El pH es el algoritmo utilizado para medir el grado de acidez de una solución acuosa. El suelo tiene su propio pH y esto afecta el crecimiento de las plantas. La mayoría de las plantas prefieren un pH neutro (cerca de 7), pero algunas plantas crecen mejor con valores de pH más bajos (plantas acidophilus) o con valores de pH más altos (plantas basófilas). Aquí veremos cómo aumentar el pH del suelo, considerando que, debido a su capacidad de amortiguación, el pH del suelo puede variar útilmente en unos pocos decimales.
Para llevar a cabo esta operación, por lo tanto, debemos tener en cuenta el objetivo que nos hemos propuesto; si pensamos en cambiar el pH en una extensión grande, estamos desviados; tanto desde el punto de vista económico (tiene un costo considerable) pero sobre todo desde el punto de vista agroecológico: tenemos que adaptar los cultivos al ecosistema y nunca viceversa.

Sin embargo, si se trata de corregir pequeñas extensiones para una necesidad particular, por ejemplo: plantar una planta que de otra manera no sería buena, un pequeño huerto que no produciría bien en ese sustrato o extensiones pequeñas, entonces el concepto puede tener sentido.
En general, la corrección al alza del pH se lleva a cabo con calcinaciones, es decir, con la adición y mezcla al suelo de compuestos alcalinos a base de calcio (por ejemplo, carbonato de calcio, cal viva, marga) en la cantidad adecuada para alcanzando el pH deseado También puede agregar fertilizantes químicos fisiológicamente alcalinos, entre los que recomendamos la solución salina de potasio o, una vez más, si sus aguas de riego son bastante duras (que contienen carbonato de calcio) con un aumento en los suministros de riego.
Sin embargo, hay un método muy eficiente, natural y altamente ecológico; este es el uso de la ceniza, obtenida quemando los residuos de los cultivos (ramas, pajas, hojas, etc.), de esta manera conseguimos gradualmente la acción alcalinizante pero también la contribución igualmente importante de las sales minerales (especialmente potasio) ) sin el uso de fertilizantes químicos que siempre tienen una gran huella ecológica.
Recuerde, en cualquier caso, que la naturaleza siempre debe ser secundada, nunca doblada.

Guido Bissanti




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